El Banco de Chile, una de las principales instituciones financieras del país, ha anunciado un sólido resultado financiero para el cuarto trimestre y todo el año 2023 a pesar de los importantes desafíos económicos. El banco registró una utilidad neta de CLP 1,2 billones (aproximadamente $1,7 mil millones), acompañada por un impresionante retorno sobre el capital (ROE) del 25,1%. Este sólido desempeño se puede atribuir al énfasis estratégico del banco en centrarse en el cliente, la transformación digital y la sostenibilidad, factores que han fortalecido su posición como líder de la industria en varias áreas.

La economía chilena está mostrando signos de recuperación y el Banco de Chile es optimista sobre sus perspectivas de crecimiento para 2024. La gestión prudente y las iniciativas estratégicas del banco lo han posicionado bien para capitalizar las mejoras económicas previstas para el próximo año.

Una conferencia telefónica en la que participaron ejecutivos del Banco de Chile, incluido el economista jefe y director de relaciones institucionales, Rodrigo Aravena, y otros miembros de alto nivel, brindó información detallada sobre los resultados financieros, los logros estratégicos y el entorno macroeconómico del banco. Destacaron la posición de liderazgo del banco en la industria en términos de resultados, adecuación de capital, calidad de activos, eficiencia y servicio al cliente.

Además, el banco obtuvo altas calificaciones externas en materia ambiental, social y de gobernanza (ESG) y emitió bonos sociales bajo el Marco de Financiamiento de Sostenibilidad. A pesar de una recesión a principios de año, la economía chilena mostró una modesta recuperación en el tercer trimestre. Hay indicadores positivos para el crecimiento futuro, incluidas mejoras en los desequilibrios macroeconómicos como el déficit en cuenta corriente, todo lo cual es un buen augurio para las perspectivas futuras del banco.

Las economías de Medio Oriente se enfrentan a una desaceleración económica significativa, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó su pronóstico de crecimiento para la región al 2,9% para 2024. Las razones principales de esta desaceleración son los recortes de producción de petróleo y el actual conflicto entre Israel y Gaza. . El FMI ha enfatizado la necesidad de crear espacio fiscal a través de diversas medidas, incluida la eliminación de los subsidios a la energía, para abordar estos desafíos económicos de manera efectiva.

En una revelación aleccionadora, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha declarado que las economías de Medio Oriente están tambaleándose, principalmente debido a los recortes en la producción de petróleo y al actual conflicto entre Israel y Gaza. Este anuncio fue hecho en el Foro Fiscal Árabe en Dubai por la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, quien expresó inquietud por las posibles implicaciones más amplias para las economías regionales si el conflicto de Gaza continúa escalando.

A pesar de una perspectiva económica mundial resistente en general, el pronóstico de crecimiento de la región de Medio Oriente y África del Norte (MENA) se ha revisado a la baja al 2,9% para este año, una desviación significativa de las proyecciones anteriores. Las razones principales de esta desaceleración económica son dos: los recortes de producción de petróleo a corto plazo y el conflicto entre Israel y Gaza.

Los recortes en la producción de petróleo han impactado directamente las economías de las naciones exportadoras de petróleo. Mientras tanto, el conflicto entre Israel y Gaza ha tenido consecuencias devastadoras en Gaza y Cisjordania, con una caída de la actividad económica del 80% y el 22%, respectivamente, en comparación con el año anterior.

Los efectos dominó de este conflicto se extienden más allá de los combatientes inmediatos. Las economías vecinas han sido testigos de una disminución de los ingresos por turismo, mientras que los ataques en el Mar Rojo han provocado un aumento de los costos de transporte a nivel mundial. Estos factores, combinados con el impacto persistente de shocks anteriores, han agravado los desafíos que enfrentan estas economías.